Ayer perdimos la final de la Copa América, hoy hay
elecciones, y en esta tarde de invierno lo único que me consuela es Manal. Gracias Jorge Álvarez. Pedazo de legado nos dejaste apadrinando a esta y a tantas otras bandas.
Me crié escuchando a los grupos fundacionales del rock de
acá. Me pregunto cómo habrá sido escribir esas canciones antes que todos.
Inventaron un género, una escena, una manera de sentir la música. Aplastaron el esnobismo de los que decían que cantar
canciones de rock en castellano era cosa de grasas y sentaron los cimientos
para todos los que vinimos después.
No entiendo a las bandas que cuarenta años más tarde todavía
escriben sus canciones en inglés. No me interesa criticarlas, es sólo que no las entiendo. ¿Qué quieren comunicar? ¿A quién le cantan? ¿En qué idioma hablan sus emociones? Muchas de estas bandas, para colmo, suenan
verdaderamente bien. Se nota que manejan un lenguaje musical muy rico. Una lástima.
Mientras escucho “No, pibe” me pregunto si estas bandas
escucharon a Manal y a sus contemporáneos, porque francamente me resulta
imposible imaginarme a alguien sentándose a escribir una canción en otro idioma después de lo que hicieron estos monstruos.
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